Grecia en coche: Atenas, Peloponeso e islas

FLY AND DRIVE GRECIA; VUELA Y CONDUCE POR…

el Peloponeso y relájate en alguna de las bellas islas griegas en un viaje de 9 días/ 8 noches con 4 días de alquiler de coche para recorrer las principales zonas arqueológicas de una de las cunas de la civilización occidental.

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Delfos fue durante siglos el centro espiritual de la cultura griega clásica. Este importantísimo centro religioso estaba dedicado al dios Apolo, quien mató a Pitón, el guardián del Omphalos (piedra que marcaba el centro del universo), para robarle sus poderes de adivinación. Así surgió el Oráculo, donde acudían en peregrinación reyes y gentes de toda condición para solicitar el consejo manifestado a través de la Pitia o sacerdotisa suprema. Decía la tradición que la Pitia se sumía en un trance y oía la voz de los dioses en la cámara más secreta y cerrada del Oráculo (o se intoxicaba con gases emanados del terreno volcánico, en la visión más prosaica de la ciencia) y así pronunciaba sus augurios, a menudo ambiguos; y de la interpretación del Oráculo pendía el destino de reinos y polis. Guerras y batallas se libraron o evitaron por consejo del Oráculo, a veces con resultados desastrosos, y durante siglos las sucesivas Pitias fueron las mujeres más influyentes de su época.

En la actualidad, el yacimiento arqueológico de Delfos es uno de los más importantes del mundo, y su impresionante conjunto de templos y edificios públicos es incomparable en todo el Mediterráneo.

Ruta propuesta: Atenas – canal de Corinto – Epidauro – Nauplia – Micenas – Archaia Olympia – Patrás – Lepanto – Delfos – Arachova – Atenas – Santorini o Mykonos o Corfú. 
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Pernoctando en: Atenas 2+1 noches, Nauplia 1 noche, Patrás 1 noche, Isla 3 noches 
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Duración: 9 días; Kilómetros necesarios para cubrir la ruta en el Peloponeso: 800 Km
Precio recomendado. Sujeto a fluctuaciones (alza o baja) según temporada y la antelación con la que se efectúe la reserva.

El precio incluye:

  • Vuelos Barcelona/Madrid – Atenas, Atenas – Isla e Isla – España (clases “Q” y “U”)
  • Tasas de aeropuerto y emisión.
  • 4 días de alquiler de coche grupo B (4 puertas) Kilometraje ilimitado y seguro parcial de colisión y robo con franquicia.
  • 8 noches de alojamiento en hoteles 3*** en Peloponeso y 4**** en islas.
  • Desayunos
  • Seguro de viaje
  • Información del destino y envío de documentación.

No se incluye:

  • Spl. alojamiento en hoteles 4**** en Peloponeso: 110 €
  • Posibilidad de alquilar coche en Corfú, consultar presupuesto
  • Seguro de cancelación opcional: 15 €
  • Cualquier extra no incluido en el apartado anterior.

– Dadas las innumerables posibilidades que ofrecen Grecia y sus islas, solicita tu presupuesto personalizado si quieres hacer cambios sobre el programa propuesto.

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Día 1 :  Llegada a Atenas

Presentación en el aeropuerto a la hora indicada para volar con destino Atenas. Llegada y traslado por vuestra cuenta al hotel. Resto del día libre, donde podemos sugerir las siguiente visitas: Para empezar nada mejor que tener una primera panorámica de la ciudad desde la ermita de San Jorge subiendo a la colina de Lykabettus, y por la noche podéis daros un paseo por el barrio de Plaka y degustar la auténtica cocina griega cenando en cualquiera de los múltiples restaurantes de la zona.

Día 2:  Atenas

Desayuno y día libre para conocer la ciudad de Atenas, aconsejamos la visita de alguno de estos lugares, como es un paseo a pie por la ciudad, subir a la Acrópolis y el Partenón, llegar hasta el Parlamento y la plaza Syntagma donde se puede ver el cambio de guardia. Para acabar el día podéis cenar en alguna taberna de Monastiraki o Plaka. Alojamiento en el hotel seleccionado.

Día 3:  Atenas – Corinto – Epidauro – Nauplia 178 km

Desayuno. A primera hora de la mañana, recogida del coche alquilado y salida por la carretera de la costa hacia el Canal de Corinto, allí se puede contemplar el canal que une los mares Egeo y Jónico. Continuación de la ruta en coche por Grecia hacia Epidauro donde podréis visitar su afamado teatro, apreciado por su acústica inigualable y donde aún se representan la obras universales de los principales autores griegos. Continuación hacia Nauplia, una de las ciudades con más encanto de toda Grecia. Es un pintoresco pueblecito donde destacan la fortaleza de Palamedes desde donde se divisa la ciudad y todo el Golfo Sarónico. Sus calles empedradas, sus palacios venecianos, su precioso camino de ronda que bordea todo el cabo, así como su animado paseo marítimo lleno de terracitas hacen de ella una parada obligatoria en el recorrido por el Peloponeso.

Día 4:  Nauplia – Micenas – Olimpia – Patrás 303 km

Desayuno. Salida hacia Micenas, un importante conjunto arqueológico descubierto en 1876, cuyo hallazgo más relevante es la máscara de Agamenón, hoy expuesta en el museo Arqueológico Nacional de Atenas. Además de su tumba, se pueden contemplar La Puerta de los Leones y el tesoro de los Atridas. Continuación en nuestra interesante ruta hacia Olimpia, sede de los primeros juegos.

Una vez allí podéis visitar el recinto arqueológico (los templos de Zeus, Hera, el Estadio, el Museo, etc…). Proseguimos en  nuestra ruta por Grecia en coche pasando por las llanuras de Achaia hasta el impresionante puente colgante que cruza la bahía de Corinto. Justo antes del puente encontramos la comuna de Patrás-Rio, donde terminaremos esta intensa jornada sabiendo que mañana nos espera Delfos.

Día 5:  Patrás – Delfos – Atenas 325 km

Desayuno, hoy por la mañana podréis cruzar el puente sobre el estrecho de Lepanto y acercaros por la costa a visitar la zona arqueológica de Delfos, situada en la falda del monte Parnaso. En medio de un hermoso paisaje mediterráneo se levanta el templo principal de Apolo, dios de la música y la belleza. El acceso al yacimiento requiere un pequeño esfuerzo, de sobra recompensado por los distintos tesoros que iréis descubriendo conforme vayáis completando la subida. Las primeras ruinas que aparecen se corresponden a la fuente Castalia, lugar al que acudían las pitias y los sacerdotes a purificarse antes de entrar en el recinto sagrado. Al otro lado de la carretera, algo más abajo, se encuentra la zona del gimnasio y, prosiguiendo la bajada, el santuario de Atenea Pronaia, uno de los más originales que existen por su tholos con base circular edificado a finales del siglo IV a.C., si bien el templo fue construido años antes, en el siglo VII a.C.

No podemos irnos sin pasar también por el museo, donde destacan entre otras muchas piezas el Auriga de Delfos, hermosa figura esculpida en bronce, y el Agias de Lisipo.

Llegada a Atenas y final de la ruta en coche por Grecia y el Pelopones con la entrega del coche de alquiler antes de las 20:30. Nueva oportunidad en Atenas para recorrer los barrios de Plaka y Monastiraki y salir a cenar o tomar una copa. Alojamiento en hotel de Atenas elegido en régimen AD.

Día 6: Atenas – Isla

Desayuno y traslado al aeropuerto para tomar el vuelo con destino a la isla elegida (Mykonos, Santorini o Corfú). Alojamiento en hotel elegido.

Días 7 y 8: Mykonos / Santorini / Corfú

Días libres para disfrutar de la vida nocturna, pueblos típicos y hoteles de Mykonos y Santorini, o para explorar Corfú con coche de alquiler opcional y adentrarse en sus playas y caletas solitarias.

Día 9:  Isla – ESPAÑA

Desayuno y a una hora prudencial traslado al aeropuerto para tomar el vuelo de regreso a España (directo a Madrid y Barcelona desde Mykonos o Santorini; vía Atenas desde Corfú).

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EL LUGAR


El Peloponeso guarda monumentos de todas las épocas de su rica historia, con grandes sitios arqueológicos como la antigua Olimpia, Epidauro, Micenas y Tirinto, las iglesias bizantinas, asentamientos únicos y asombrosas fortalezas; también rebosa de bellezas naturales, como montañas, bosques, ríos y calas rodeadas por el mar, hermosas playas de arena en la suave costa del oeste –opuesta a la costa accidentada y rocosa del este. El Peloponeso es el lugar ideal para las vacaciones, el turismo, el deporte, la historia y la cultura. No es casual que, especialmente durante la temporada de verano, sea uno de los destinos más populares y conocidos del mundo.

El Peloponeso, con sus golfos de Corinto, Patrás, Sarónica, Mesenia, Argólida y Laconia, se parece a una hoja de plátano y es por eso que se llamaba “Morias” en la edad Media. Tiene un clima seco en el este, más frío con nieve y rica vegetación en su montañosa parte central, y más lluvioso y cálido en el oeste.

La gente se asentó en el Peloponeso desde la época del Paleolítico Medio (alrededor de 10.000 años antes de Cristo). La civilización griega comenzó durante la era de bronce y después del año 2.000 a.C llegaron a la zona los primeros griegos. Algunos siglos después, los micénicos fueron el centro del mundo griego. Las excavaciones verificarían la leyenda homérica de Micenas, mientras que las ruinas de Pilos coinciden con las referencias al palacio del rey Néstor en el oeste del Peloponeso.

En el año 1.200 a.C. llegaron Dorios y Aetolios al Peloponeso y construyeron las polis de Corinto, Argos y Esparta. Los Juegos Olímpicos, donde los atletas de toda Grecia participaban, tendrían lugar en Olimpia cada cuatro años. Después de varios siglos, Fillipo el macedonio llega al Peloponeso y posteriormente los romanos, que absorbieron ávidamente la cultura griega. En el año 393 d.C. los bizantinos abolieron los Juegos Olímpicos por considerarlos paganos, en 1.294 llegarían los francos y más tarde los venecianos, hasta que finalmente sería conquistada por los turcos. En 1.827, después de la batalla naval de Navarino, finalizó la ocupación otomana y el Peloponeso se convirtió en la primera parte de la nueva Grecia independiente, con Nauplia como primera capital.

EL CLIMA


MeteoLa primavera y el otoño son las mejores estaciones para visitar Grecia y sus islas. Las condiciones son idóneas de Semana Santa a mediados de junio, cuando el tiempo es agradable y suave en la mayor parte del país; las playas y los monumentos están relativamente poco frecuentados, los transportes públicos funcionan con un horario similar al veraniego y el alojamiento es más económico y fácil de encontrar. También se goza de un buen tiempo entre finales de agosto y mediados de octubre, una vez acabada la temporada alta. En invierno, salvo en las ciudades más importantes, la animación disminuye drásticamente, puesto que la mayor parte de la infraestructura turística entra en hibernación desde mediados de octubre hasta principios de abril. No obstante, en las islas más concurridas, ciertos restaurantes, bares y hoteles permanecen abiertos anualmente.

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LA GASTRONOMÍA


cocineroNo es de extrañar si al entrar en un restaurante griego te sientes como en casa: la cocina griega se remonta a 25 siglos y los romanos apreciaban tanto a sus cocineros griegos que puede decirse que Grecia influyó el gusto y la cocina de todos los pueblos del Mediterráneo. La cocina griega no es sólo moussaka, souvlaki y ensalada griega, sino que incluye variedad de platos que pueden satisfacer a todo el mundo, tanto a los amantes de la carne como a los vegetarianos. La poca costumbre de practicar agricultura de invernadero hace además que los ingredientes griegos tengan un aspecto y sabor inconfundibles.

Una pequeña selección de platos fáciles de encontrar y degustar durante vuestro viaje sería:

Primeros: Ensalada griega (horiátiki saláta, literalmente “ensalada campesina”), con tomates, pepinos, pimientos verdes, aceitunas, cebolla y feta, aliñada con aceite de oliva y orégano; es un plato casi irrenunciable, sobretodo en verano, y del que se sirve una gran ración para todos los comensales. Las dolmádes, hojas de vid rellenas de carne, arroz o vegetales y que se comen a modo de rollito; el mousakás, plato típico, con capa sobre capa de carne picada, berenjena y patatas; las Papoutsákia, berenjenas a la parilla con relleno de carne; los Gemistá, tomates o pimientos rellenos de arroz; la Fasolada, sopa de habas con zanahoria, tomate y cebolla; y las múltiples variedades de Psarosoupa o sopa de pescado, servida con trozos de la pesca del día.

Segundos: la brizóla, típica chuleta de cerdo o buey; Paidákia son chuletas de cordero; Keftédes, bolas de carne picada aromatizadas a la menta y al orégano; el Stifado, con carne de conejo o buey en trozos y acompañados con cebolla; o el popular Souvlaki, tierna carne asada lentamente en un espetón vertical y que se come en forma de bocadillo o pincho.

Postres: algunos postres típicos son el Galaktoboureko, pastel de hojaldre y crema pastelera; el Ravani, plato de sémola empapada en almíbar y de origen turco; las thiples, muy populares en el Peloponeso, son tiras de masa dobladas y fritas que se espolvorean con canela y frutos secos; y las Koulourakia, galletas de mantequilla enroscadas en forma de serpiente, que suelen servirse para acompañar el desayuno.

Mención aparte para las bebidas alcohólicas, como la retsina, un vino blanco o rosado al que la resina de pino da un sabor peculiar, o el ouzo, un aguardiente anisado y muy dulce que es típico en todas las celebraciones. Asimismo existe en Grecia una gran variedad de aguardientes y coñacs de especialidades locales que llenan de sabor y color el espíritu de vino.

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Recuerda indicarnos el aeropuerto de salida, margen de fechas disponibles, número de personas y si viajarían niños menores de 12 años.

  3 comments for “Grecia en coche: Atenas, Peloponeso e islas

  1. Elena y Carlos
    11 noviembre, 2016 at 16:43

    Hola:

    El viaje resultó estupendo. Os comento algunas cositas.

    – El hotel de conexión en Barcelona fue justo lo que queríamos. Y buena relación calidad-precio.

    – El hotel de Atenas muy bien, es una cadena que nos gusta. El barrio quizás asuste un poco porque parece que ha habido una revolución (que la hubo), de la cantidad de grafitis, locales abandonados, vegetación que invade las calles, etc, pero a nosotros nos pareció muy interesante y ademas todo Atenas está igual. Salvo las zonas turísticas.

    -El alquiler del coche muy bien, no hubo ningún problema.

    -El hotel de Nauplia tenía su encanto pero… tuvimos dos invitadas llamadas cucarachas y yo no las soporto. La habitación era enorme aunque daba a un patio de barrio antiguo y soy consciente de que en una ciudad mediterránea hay muchas cucas… Quizás en todos los hoteles pase lo mismo. Eso si, el pueblo es precioso.

    – …Y llegamos a Olimpia. ¡Qué maravilla de hotel! ¡Qué amable la recepcionista que nos hablaba en español!

    – En Delfos el hotel también correcto, aunque el desayuno era un poco pobre. También pensamos que para pasar dos noches en Delfos, que es lo que hicimos nosotros, es mejor alojarse en Arachova, porque el pueblo es mucho mejor y está muy cerca de las ruinas. Delfos estaba muy muerto y no tiene ninguna gracia.

    En cuanto al recorrido y visitas turísticas, en general seguimos vuestras indicaciones. Pero hicimos algunas variaciones interesantes para que todo no fuera ver ruinas y mas ruinas…

    – A unos 20 km del canal de Corinto fuimos por una carretera preciosa a Heraion de Perahora que es una cala con un santuario de Hera a pie de playa, un sitio precioso para darse un bañito. Tiene un faro y una vista espectacular.

    – En lugar de ir a Mystra y Esparta, hicimos un recorrido de senderismo (2 horas) por las Gargantas de Loussios. Es interesante porque se llega a dos monasterios colgados de la roca y te reciben unos monjes algo siniestros.

    – Nada mas cruzar el puente por el que dejas el Peloponeso, se nos ocurrió parar en Nafpaktos, o sea Lepanto. Tiene su gracia, hay un monumento a Cervantes y un puerto con bonitas vistas.

    En todo lo demás hemos seguido vuestras indicaciones y nos parece un plan muy acertado.

    Eso sí, nos hemos quedado con las ganas de recorrer el sur, Monemvassia o la costa de la Arcadia… lo dejaremos para otra ocasión.

    Estamos muy contentos con vuestro trabajo, y os tendremos en cuenta para futuros viajes. También os estamos recomendando a nuestros amigos.

    Agur, eta eskerrikasko.

  2. Paloma
    26 septiembre, 2016 at 11:26

    Primero de todo daros las gracias, ha sido un viaje fantástico.

    Se que teníamos algunas dudas respecto a la primera jornada de viaje por su largo trayecto, (Lamia, Meteora, Delfos) pero no se hizo largo, los monasterios merecieron la pena. Yo recomiendo los pequeños, ninguna cola y muy agradables (Agios Nicolaos, Rossanou y Agios Stefanos) éste último femenino. Del Gran Meteora vimos el parking y 10/15 autobuses vomitando turistas, se te quitan las ganas.

    El recorrido por el Peloponeso nos sorprendió gratamente, montañoso, verde, mucha agua en las fuentes de montaña buenísima y fresca, teníamos la idea, equivocada, de que era llano y seco.Las ciudades pequeñas, Delfos, Patras,Olimpia etc, las ruinas muy bien conservadas y no demasiado llenas si llegas alrededor de 9:30/10 de la mañana y te vas al mediodía que es cuando llegan los autobuses de Atenas llenos de gente, Corinto, Micenas, Epidauro y por último Nauplia, muy turística, pero encantadora. Las playas del Peloponeso, buenas, muchas de piedras, no estuvimos en ninguna de arena excepto en los alrededores de Patras, el agua templada,transparente, muy buen baño en todas. La comida muy buena, las verduras tienen sabor, el aceite muy suave y no tiene nada que envidiarle al nuestro, la carne muy especiada, y el pescado y el pulpo muy bien hecho. Geniales las olivas de Kalamata. El café bueno.

    Atenas es otra historia, una gran ciudad, no muy bonita, pero con la Acrópolis y demás ya tienes bastante. Tiene rincones estupendos, un gran descubrimiento fue el jardín botánico, en pleno Julio, unos 35 grados, se puede echar uno la siesta en el césped a la sombra de grandes árboles, un lujo poder descansar la vista de ruinas con una vegetación verde y un descanso para los pobres pies.

    Por último Santorini, isla volcánica, pelada y ventosa, y turística. Nos gustó, pero con pocos días basta. Pequeña, se ve enseguida, las puestas de sol en Oia, se han puesto de moda, pero en cualquier punto costero de España las tenemos igual. Las playas también de piedras, pero el baño muy bueno. La isla está tomada por ingentes cantidades de jóvenes en quads, motos etc, lo que por la noche la convierte en peligrosa. Mención aparte merece el hotel de Santorini, pequeño, encantador, el personal atentísimo, y con un bufet de desayuno completo de especialidades caseras que nos dejó anonadados. Un diez.

    Los griegos nos parecieron amables, atentos y con ganas de ayudar a que lo pasáramos bien. Se nota la crisis que sufren con tiendas cerradas y en los polígonos industriales, naves abandonadas.

    Lo peor, la forma de conducir, un peligro real, en una carretera de dos carriles, utilizan los arcenes como carriles suplementarios, empujan a los lentos al arcén y te puedes encontrar con cuatro vehículos circulando a la vez. Esto, en las carreteras montañosas del Peloponeso, sin visibilidad, en plena curva, pone a prueba tus nervios y tu pericia, tienen una tasa de accidentes altísima, de lo que dan fe estas capillitas con velas de las que están plagadas las carreteras.

    Grecia no nos pareció cara, aceptable teniendo en cuenta que nunca sabes si vas a acertar con los restaurantes. Los aviones a su hora, los traslados bien, los coches bien, todo correcto.

    Y para acabar una frivolidad, compartimos el avión de Atenas a Madrid con el Sr. Vargas Llosa y su acompañante, la Sra. Preysler que, dicho sea de paso, en cuanto a restauración se refiere, no tiene nada que envidiar a las ruinas de la Acrópolis 🙂

    En resumen, un viaje estupendo, nos acordaremos gratamente. Gracias por ayudarnos a realizarlo.

    Un saludo

    Paloma

  3. Rafael G.
    1 septiembre, 2012 at 20:27

    Os cuento del viaje:

    Hoteles, bien en general. Espectacular el de Corfú, (muy amables, muy bonito, bien situado… una maravilla), muy bien el de Nauplia (un poco alejado pero el hotel estaba muy bien, piscina super agradable..), el de Atenas, tiene buena situación (al lado del Hilton, en una zona muy buena de Atenas, a 15 minutos andando de Syntagma), el primer día nos dieron una habitación bastante mala, pequeña, apenas sin luz.. pero los otros días nos dieron una habitación en el último piso que era una pasada, el hotel es un poco viejecillo, el hotel de Delfos, tiene unas vistas espectaculares, y para una noche es correcto.

    Coches, nos dieron en ambos casos uno de categoría superior (en Atenas un Mercedes clase B) y en Corfú un jeep, así que estupendo, todo fue bien, lo único al devolver el coche en el aeropuerto de Atenas, nos intentaron cobrar por devolverlo allí y no en Atenas, pensemos que fue un error, jejeje

    Los vuelos, todos en hora¡¡¡¡, un pequeño retraso en la llegada a Madrid, pero nada comparable a Iberia, recomiendo la compañía aérea sin duda. Respecto al itinerario: Atenas, con 2 días enteros está bien, todo el centro merece la pena, aunque si sales del centro si que es realmente feo. Nauplia, es una ciudad muy bonita, y te sirve de base para visitar Micenas, Epidauro, Corinto, Tirinto, bajar a Mistra… Delfos, como pueblo no tiene absolutamente nada, ( no así el yacimiento que es de lo mejor para mi gusto de Grecia), quizás puede ser mejor opción Arachova que está muy cerca y es un pueblo bonito.

    El itinerario está bien, excepto el último día que madrugamos en Nauplia, cruzamos todo el Peloponeso para visitar Olympia y luego tuvimos que subir hasta Delfos, es lo malo de Olimpia que queda muy lejos En cuanto a Corfú, si te preguntan clientes, es una isla espectacular, pero que en los alrededores de la capital kerkyra tiene muchísimo turismo (tipo Mallorca), eso si, con coche de alquiler te alejas 20 kms, y tienes playas de aguas cristalinas y estás prácticamente solo, en cuanto a Kerkyra, mucha gente pero es una de las ciudades más bonitas del mediterráneo sin duda.

    El viaje estuvo muy bien, me parece buena combinación Peloponeso + isla, porque sino solo Atenas + Peloponeso en verano se puede hacer un poco duro por el calor. Cualquier cosa o dudas que tengas, preguntadme cuanto queráis.

    Gracias por todo, sois super amables, es un lujo viajar con vosotros¡¡¡¡

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