Las Kasbahs y el Gran Atlas

FLY AND DRIVE MARRUECOS; VUELA Y CONDUCE EN…

La región de las Kasbahs y la cordillera del Atlas, en una ruta de 8 días con coche de alquiler para conocer la vida tradicional al sur del Gran Atlas marroquí, en los oasis que bordean el Sahara y las tradicionales kasbahs de arcilla cruda.

Al sur del Gran Atlas marroquí, en los límites del desierto, diferentes oasis de considerables dimensiones ofrecen una espectacular concentración de verdor, de vida humana y de fortalezas de tierra cruda, las famosas Kasbahs (viviendas fortificadas), los ksur (pueblos amurallados) y los graneros comunitarios, todos ellos en un entorno de singular belleza.

Nuestra propuesta os permitirá tener una idea bastante exacta de este tipo de construcciones, que hoy se hallan en peligro de desaparición, bien que una pequeña parte de ellas han sido restauradas por diferentes organismos o por particulares.

Las Kasbahs y el Gran Atlas

El Gran Atlas es la sección más antigua y a la vez más elevada de la cordillera del Atlas, en el sureste de Marruecos. Habitado tradicionalmente por pueblos de etnia bereber, las duras condiciones de montaña y la cercanía del desierto han dado lugar a una forma de vida muy elemental, casi de subsistencia, al tiempo que se aprovechan al máximo las condiciones locales.

Muestra de esta adaptación es el fenómeno de las kasbahs, casas fortificadas construidas con arcilla cruda y que durante siglos han cobijado a personas y animales contra las inclemencias meteorológicas y de las vecinas tribus hostiles.

Aunque la pobreza de las condiciones de vida ha contribuido a despoblar los antiguos pueblos y oasis, diversos programa de desarrollo y una suma de iniciativas particulares luchan para revitalizar esta forma de vida milenaria, mejorar las condiciones de vida locales y abrir las kasbahs al mundo exterior.

Seguid nuestra ruta diseñada por expertos conocedores del país y adentraos por unos días en el mundo de los pueblos de montaña, los oasis y las casbas.

Ruta propuesta: Marrakech – paso de Tizi n’Tichka – Ouarzazate – valle del Drâa – Agdz – Zagora – Tazzarine – Rissani – erg Chebbi – dayet Srji – Erfoud – Tinerhir – garganta del Todra – Tinerhir – valle del Dadès – Tinerhir – valle de las Rosas – Marrakech

Pernoctando en: Ouarzazate 1 noche, Zagora 1 noche, Erfoud 1 noche, kasbah Tomboctou (Tinerhir) 2 noches, Marrakech 2 noches en riad

Duración: 8 días; Kilómetros recorridos: aprox. 1.670 Km.

Salidas diarias desde Madrid y Barcelona. Consultar otros orígenes.

Precio recomendado. Sujeto a fluctuaciones (alza o baja) según temporada y la antelación con la que se efectúe la reserva.

El precio incluye:

  • Vuelos directos Barcelona/Madrid – Marrakech y regreso (vuelos Iberia o Royal Air Maroc clase V)
  • Tasas de aeropuerto ( 60 € a reconfirmar)
  • traslados del aeropuerto al hotel y viceversa
  • 6 días de alquiler de coche sin conductor, con kilometraje ilimitado y seguro parcial de colisión y robo con franquicia
  • 7 noches de alojamiento en kasbahs y hoteles con encanto
  • Desayunos
  • Seguro de viaje

No se incluye:

  • Almuerzos en ruta
  • Posibilidad de incluir cenas, en todos o algunos puntos de pernoctación (consultar)
  • Seguro de cancelación opcional: 15 €

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Día 1: Llegada. Marrakech – Ouarzazate 200 Km

Llegada al aeropuerto de Marrakech, recogida del coche alquiler y salida para emprender neustor fly and drive en Marruecos por el cuello del Tizi n’Tichka (2.260m), atravesando el Gran Atlas con paisajes espectaculares. Descendiendo por la vertiente sur  (valle del Ued Tamesnar) podremos ver el granero comunitario de Ighrem n’Ougoudal, una fortificación de adobe y piedra restaurado por el Ministerio de Cultura y abierto al público. Continuación hacia Ouarzazate, donde paramos a visitar la casba de Taourirt, y nos dirigimos al oasis de Skoura. Allí, en medio de las palmeras y los cultivos, se levanta la famosa casba de Amerhidil, con su patio lleno de interesantes objetos tradicionales. Alojamiento en una Kasbah en Ouarzazate.

Día 2: Ouarzazate – Agdz – Valle del Drâa – Zagora 160 Km

Desayuno y salida hacia las montañas del Anti Atlas, pasando por Agdz y visita panorámica del valle del Drâa disfrutando de la belleza del paisaje, con sus palmerales, el río y sus gentes. Ese valle tiene casi 200 km. de largo y, a pesar de ser un clásico del turismo en Marruecos conserva toda su autenticidad. Los palmerales y los campos cultivados se suceden interrumpidos por la presencia de kasbahs y ksour de adobe. Estos a resguardo de sus murallas, albergan pueblos de arquitectura muy original con sus casas de tejados en terraza, con balaustradas decoradas con arcos. Tiempo para el almuerzo y después continuación hasta llegar a Zagora, la puerta del desierto… muy cerca de Zagora podremos visitar la Biblioteca Coránica, la fabrica de artesanía y la Kasbah subterránea. Alojamiento en una Kasbah en Zagora.

Día 3: Zagora – Erfoud 296 Km

Desayuno. Salida para dar un paseo en el palmeral de Zagora. Luego salida hacia Erfoud, vía N’ Kob, el Palmeral de Mellal, Tazzarine y Alnif a través de una llanura vasta y guijarrosa. Parada en Rissani para visitar su afamado zoco, rodeado de altas arcadas que protegen del sol a vendedores de productos frescos como carnes, frutas y verduras, el resto…alfareros, vendedores de ropa, especias o frutos secos tienen que conformarse con un simple toldo. El conjunto en si, sus gentes, mercancías, es un marco de color ideal para lo amantes de la fotografía. También se puede contemplar el Mausoleo Moulay Ali Chérif, fundador de la dinastía Alaouite que reina sobre el país desde más de 300 años. No olvidéis daros una vuelta por el mercado de los burros, un lugar único, donde acuden para abastecerse todas las tribus y nómadas del desierto.

Antes de llegar a Erfoud, a unos 35 Km al sureste sugerimos acercarse hasta las dunas del Erg Chebbi, donde tenemos la posibilidad de hacer una excursión en dromedario y esperar a la puesta del sol, uno de los espectáculos mas bellos en el Sahara marroquí próximo ya a la frontera argelina. Por un lado el Erg, con dunas que se extienden a lo largo de kilómetros y kilómetros, por otro lado una amplia hamada llana, gris y polvorienta, al fondo de la cual hay un lago, el Dayet Srji, que sólo tiene agua los inviernos más húmedos y que sirve de morada invernal para aves acuáticas migratorias como flamencos o cigüeñuelas.

Día 4: Erfoud – Gargantas del Todra – Tinerhir 165 Km

Hace varios cientos de millones de años toda la región de Erfoud estaba bajo el mar. Cuando el agua retrocedió, dejó al descubierto una infinidad de fósiles, constituidos al compás de las sedimentaciones sucesivas que se pueden observar en las canteras y que dan prueba de la fauna y la flora del tiempo. Buena parte de la población se dedica a la extracción y preparación de fósiles para la venta turística y la exportación.

Saldremos hacia Tinerhir y pasaremos por Errachidia, cuyo aeropuerto es uno de los principales acceso al desierto, y por el extenso palmeral agrícola de Goulmima. Tras alcanzar Tinerhir continuaremos hasta llegar a las famosas Gargantas del Todra, lugar predilecto de escaladores y amantes del trekking. La Garganta del Todra se encuentra en el extremo de un valle de palmeras y de aldeas con casas de adobe rodeada por montañas escarpadas y estériles. Es una de las vistas naturales más famosas de Marruecos, unos 300 m de pared a lo largo de un kilómetro, pero solamente de 20 m. en su punto más estrecho, con un río claro y cristalino que discurre a través de él.

Día 5: Tinerhir – Gargantas del Dadès – Bou Tharar – Tinerhir 254 km

Hoy saldremos hacia Boumalne Dadès, donde encararemos el valle del Dadès y la “Ruta de las mil Kashbas”, siguiendo el valle hasta M’semrir. Retrocediendo sobre nuestros pasos y antes de abandonar el valle, recomendamos acercarnos a Bou Tharar y sus espectaculares vistas antes de regresar a Tinerhir.

Día 6 Tinerhir – “Valle de las rosas” – Ouarzazate – Marrakech 368 km

Desayuno y regreso a Marrakech en la etapa más larga del fly and rive por el Atlas (tardaremos unas 5h.). Por el camino podremos detenernos en Kelaat M’Gouna, la capital del “Valle de las rosas”, donde podremos comprar agua de rosas y otros productos elaborados con las preciadas rosas damasquinas. A última hora de la tarde devolución del coche de alquiler y alojamiento en un Riad en Marrakech.

Día 7: Estancia en Marrakech

Día libre para descansar  disfrutar de la ciudad, conocida como “La Perla del Sur”.

Ciudad imperial gloriosa capital del pasado, conserva en sus piedras, colores y su vida, la herencia que le legaron sus soberanos.

Marrakech, remanso de paz en medio de un inmenso palmeral, no puede dejar de verse el palacio de la Bahía, Dar Si Saïd, la Medersa Ben Youssef, los vestigios del palacio El Badi y La Koutoubia. La Medina y la visita de las tumbas saadianas les llevará hasta los zocos i Los jardines de Menara, con su inmensa laguna.

La plaza Jamaa El Fna: Fascinante enclave donde hallamos gente de todas partes, de todos los estratos sociales y de todas las edades y, junto a ellos, trovadores, narradores, saltimbanquis, curanderos, músicos, bailarines, encantadores de serpientes, escritores públicos, adiestradores de monos, acróbatas, todos ellos se instalan y se organizan los espectáculos en toda la plaza.

Día 8: Regreso

A una hora convenida, traslado desde nuestro alojamiento hacia el aeropuerto para embarcar en el vuelo de regreso. Fin del fly & drive en Marruecos.


Ver Kasbahs y el Gran Atlas en un mapa más grande

LUGARES DE INTERÉS


MARRAKECH

Ciudad imperial gloriosa capital del pasado, conserva en sus piedras, colores y su vida, la herencia que le legaron sus soberanos.

Marrakech, remanso de paz en medio de un inmenso palmeral, no puede dejar de verse el palacio de la Bahía, Dar Si Saïd, la Medersa Ben Youssef, los vestigios del palacio El Badi y La Koutoubia. La Medina y la visita de las tumbas saadianas les llevará hasta los zocos i Los jardines de Menara, con su inmensa laguna.

La plaza Jamaa El Fna: Fascinante enclave donde hallamos gente de todas partes, de todos los estratos sociales y de todas las edades y, junto a ellos, trovadores, narradores, saltimbanquis, curanderos, músicos, bailarines, encantadores de serpientes, escritores públicos, adiestradores de monos, acróbatas, todos ellos se instalan y se organizan los espectáculos en toda la plaza.

OUARZAZATE

En el cruce de los caminos entre los valles del Draâ, Dades y del Ziz, Ouarzazate asombra al viajero con sus magníficas kasbahs.

En su zoco, los domingos, se puede encontrar alheña, rosas, comino, artesanía destilada, junto con alfarería berebere, tallas de piedra, y las celebres alfombras Ouzguita, en azul o en amarillo oro con sus dibujos geométricos.

ZAGORA

Nacido en el Alto Atlas, el río Draâ cava laboriosamente su lecho hasta Agdz, en donde da vida a un espectacular desfile de oasis de 200 km. Dátiles amarillos que cuelgan de las palmeras, arbustos de laurel que exhiben flores de rosa chillón, montañas grises enraizadas en una tierra ocre y a lo lejos, como si de un espejismo se tratara, innumerables ksours de color de la arena. Zagora, uno de estos oasis, fue de donde salieron en el siglo XVI los Sadi para conquistar el Souss, y después todo Marruecos antes de emprender la gran aventura que les condujo hasta Tombuctú

ERFOUD

Bajando desde el Alto Atlas, el Ziz atraviesa impresionantes cañones, gira en las cercanías de Rich para ir a perderse entre las arenas cerca de Taouz. La fuente azul de Meski cura la esterilidad de las mujeres que vienen a bañarse en sus aguas turquesas con un ceremonial secular. El río fluye tranquilo hasta Erfoud en el corazón del palmeral de Tafilalet. Algunos kilómetros más al sur Rissani, famoso mercado de dátiles, construido cerca de las ruinas de la antigua Sijilmassa, la mítica capital de Tafilalet, cuna de la dinastía Alaouita.

ERRACHIDIA

Capital de la región de Tafilalet, al sur del Atlas medio y al norte del Sahara.

Alejada de las rutas turísticas, y por tanto de influencias extranjeras, es una ciudad genuina marroquí situada en medio del palmeral de Mdagra con un interesante casco urbano que consta de dos barrios, uno interior protegido por una doble muralla, en el que vivían los jerifes, y otro que lo rodea, ocupado en su origen por los labradores de piel oscura que trabajaban la tierra de los primeros.

Punto de partida para visitar las gargantas del Ziz por un hermoso paisaje, que comienza con el pantano Hassan Eddakhil y continúa con el verde palmeral de Tialaline.

TINERHIR

Situado en medio de la ruta de las Mil Kasbas, entre el Gran Atlas al norte y el Jebel Saghro al sur y casi a igual distancia de Ouarzazate al oeste y de las dunas de Merzouga al este. Constituye un enclave perfecto para visitar toda esta región del sur de Marruecos.

La llegada a Tinerhir desde el este, tras cruzar la reseca llanura donde agoniza al Alto Atlas, nos sorprende, al encontrarnos con las rápidas y frescas aguas del rio Todra, envueltas en una vegetación lujuriosa y vigiladas desde lo alto de un farallón rocoso por la Kasbah Glaoui, punto de visita obligado, no tanto por la kasbah en si, si no por disfrutar de unas vistas fantásticas que cubren gran parte de la ciudad y del palmeral, así como de los numerosos ksur que lo bordean.

GASTRONOMÍA


Al igual que el propio país, la cocina marroquí es muy rica en sabores, aromas y colores, y sus combinaciones de dulce y salado tienen fama mundial; también destaca el cuidado uso de las especias como el azafrán, el comino y el cilantro.

Cada región tiene sus propias especialidades, tradiciones y su hospitalidad.

Los platos clásicos:

El cuscús marroquí, o más bien los cuscús por ser tan numerosos y variados según la época y la región, se elaboran con base de sémola, especias y carne y verduras de temporada en pequeños pedazos, en un sutil equilibrio.

Otra famosa especialidad es la pastilla o bastilla, dulce y salada: una fina masa de hojaldre que se combina deliciosamente con filetes de pichón en lonchas con perejil, huevo duro, almendras y miel y un toque final de canela y azúcar espolvoreados. También con base de hojaldre se preparan los briuat, con carne picada de buey o pollo.

En otros platos dominan los vegetales, como la harira, una sopa de lentejas y garbanzos. Y cómo no, el suculento tajín, un guiso de verduras y hortalizas, solo o acompañado de carne, ave o pescado que se cocina siguiendo la tradición en el recipiente de barro cubierto que le ha dado nombre.

Postres marroquís:

Para acabar, se sirve siempre pastelería marroquí: crepes de miel y semillas de sésamo, tartas de almendra o uvas pasas… Por supuesto, el dulce en Marruecos se acompaña de un tradicional té de menta, caliente, dulce y espeso.

Si te interesa la gastronomía marroquí, tenemos preparado un programa especial en: Marruecos; kasbas y tajines

CONDUCIR EN MARRUECOS


La red vial en Marruecos ha mejorado en la última década , tanto en calidad como en cantidad. Antes era recomendable hacer los viajes en incómodos 4×4, pero hoy día se puede acceder con un turismo a casi todos los rincones de interés turístico del país.

Si bien se ha ganado en infraestructura viaria, la forma de conducir de los marroquíes no ha cambiado. Siguen rigiéndose por la ley del mas fuerte, del que tenga mejor coche o sencillamente quien toque el claxon con mas insistencia.

En cuanto a la velocidad máxima, es la misma que en España en autopistas y carreteras nacionales. Para conducir adecuadamente en Marruecos hemos de saber que nos encontraremos todas las señales escritas en árabe y en francés, además es obligatorio llevar el cinturón de seguridad. Los limites de velocidad en el país son 120 km/h en autopistas y 100 km/h en las carreteras, en las ciudades la velocidad máxima varia entre los 40 y 60 km/h.

Son frecuentes los controles de velocidad, bien por radar o por los guardias de tráfico quienes observan con rigidez los límites de velocidad, no existiendo apenas margen de tolerancia.

Llevad el cinturón y respetad las normas de circulación en carretera por absurdas que os parezcan… en ocasiones alguna señal puede parecer inútil y nos tiente a ignorarla, pero es en estos casos donde aparece el gendarme de turno para hacer recaudación. Por ejemplo, prestad especial atención a los puentes estrechos donde únicamente entra un vehículo, no existe señal de paso preferente, sino que en uno de los sentidos existirá un stop; y hacedlo, ya que es una de las emboscadas preferidas de los gendarmes. Por cierto, aunque no hay controles de alcoholemia… no hace falta que os digamos que nunca debéis abusar de esta supuesta tolerancia.

Los controles de carretera son mucho menos frecuentes que antaño, pero siguen existiendo, siendo mas abundantes en las carreteras fronterizas (Errachidía-Oujda por Bouarfa o Foum Ziguid-Bou Izakane) y en el Sahara. Existen dos señales de control, en una se indica “Alto” (Haute – Gendarmerie Royal), y en otra “Ralentí” (Ralentir – Gendarmerie Royale). En la primera de ellas, debéis pararos totalmente a la altura de la señal, y esperar la indicación del policía para acercaros a su posición; suelen colocarse principalmente estos controles en zonas fronterizas y del sur, así como en determinadas rutas del Rif. Cuando veáis un control con señal de ralentí, que es la más corriente, debéis acercaros lentamente al gendarme mas cercano hasta que éste os indique que continuéis (lo mas normal) u os paren para un simple control (en el que, si sois españoles, os preguntarán ineludiblemente si sois del Madrid o del Barça) mientras os echan un ojo al pasaporte.

Atención especial se ha de tener al tráfico de bicicletas. En algunos lugares, como Goulmina, Tinerhir, y otras ciudades principalmente del sur, al caer la tarde, muchos chicos y chicas vuelven de los Institutos a sus casas, muy alejadas de las poblaciones en algunos casos, utilizando las bicicletas. Hay que tener mucho cuidado sobre este asunto, ya que nos podemos encontrar cientos de bicicletas, y precisamente en horas donde la visibilidad empieza a reducirse. Una carretera donde el problema puede ser importante, es la N10, principalmente en las salidas y entradas de las poblaciones existentes entre Goulmina y Skoura. Si se viaja de noche, también tenéis que tener en cuenta lo anterior, principalmente poco antes de amanecer, cuando muchas personas salen de sus casas y se dirigen a sus trabajos en motos, muchas de ellas sin luz (es corriente observar un grupo de varias motos, en las que únicamente una de ellas dispone de luz, y alumbra a las demás; en estos casos, y si van en el mismo sentido de tu marcha, hay que estar muy atentos, ya que no los ves hasta que los tienes prácticamente encima).

Hay que prestar especial atención cuando se atraviesan aldeas o poblaciones, ya que en muchas de ellas las aceras apenas existen o están invadidas por tenderetes y vendedores. En las aldeas, un niño te puede salir súbitamente de cualquier parte, por lo que hay que extremar la prudencia. En algunas pistas, en las que el tráfico de turistas es importante (zona de Imilchil, pista de Alnif a Tinerhir, Circo de Jaffar, etc.) la aglomeración de niños que provoca el paso de vehículos por las aldeas, puede crear algún disgusto, ya que prácticamente se lanzan al coche, subiéndose incluso en los estribos o agarrándose al portón trasero, por lo que hay que estar atentos a esta posible circunstancia. Precaución también al paso de poblaciones en los días de zoco, pues el caos que se origina entre camiones, furgonetas, carros, burros, … puede ser apoteósico. Por último, recordar que, cuando circulamos por pistas en zonas rurales, es muy normal cruzarse con campesinos montados en mula o en burro, o grupos de burros cargados de leña guiados por mujeres, siendo necesario detener la marcha para que puedan pasar sin asustar a los animales.

Para acabar diremos que el conductor marroquí (como en otros aspectos de la vida) es muy solidario, y si alguna vez tenéis un problema, enseguida llegará gente que se parará para ver las necesidades y poder ayudar, por tanto, nunca os agobiéis ante alguna avería, por muy despoblada que esté la zona. El primer vehículo que llegue -si es marroquí-, se parará e intentará aportar alguna solución.

No acostumbréis a los niños a mendigar¡NO ACOSTUMBRÉIS A LOS NIÑOS A MENDIGAR!

Es muy tentador ganarse la sonrisa de un niño por muy poco…

Pero cuando regalamos un dulce, un “boli” o un dirham a un niño marroquí, de forma inconsciente estamos fomentando su dependencia a la limosna, al hábito de pedir, acosando al turista a todas horas, y por ende, al absentismo a una escuela que por otra parte es gratuita.

vaucinta-spg

 

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Recuerda indicarnos el aeropuerto de salida, margen de fechas disponibles, número de personas y si viajarían niños menores de 12 años.